Watson, la máquina capaz de superar a los humanos en un reto televisivo, fue el hito más reciente de una empresa relacionada inicialmente con las máquinas (hardware) y cada vez más con los programas (software). IBM (International Business Machines) cumplirá el 16 de junio 100 años desde su nacimiento. De la mano de esta multinacional llegaron los primeros ordenadores portátiles. El Apollo XI alcanzó La Luna gracias a los sistemas de cálculo del gigante azul. La gestión de la información durante los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 también dependió de esta empresa que cuenta con más de 400.000 trabajadores en todo el mundo.
En sus laboratorios han trabajado hasta cinco premios Nobel y han traído al uso común tecnología que hoy ya no se considera como tal. Objetos y utilidades de uso cotidianos como la tarjeta de crédito, creada en 1969 por Forrest Perry, ingeniero de IBM, a partir de la creación de la banda magnética, el código de
barras en 1973, o el primer ordenador personal en 1981. En el ámbito empresarial comenzaron a marcar distancia con los competidores en los años 30 con una máquina extractora de petróleo que mejoraba notablemente el rendimiento de los pozos. Se usó en Maracaibo (Venezuela).A pesar de todos estos logros, Juan Antonio Zufiria, presidente de IBM en España, Portugal, Grecia e Israel reconoció un defecto. La tenacidad en los errores. "Cuando lanzamos OS/2, el sistema operativo visual (muy parecido a Windows) sabíamos que éramos los que teníamos el mejor producto. Sin embargo, lo contamos mal y persistimos en ello", explica, "tardamos mucho en reaccionar".
Por ese mismo motivo cree que hicieron lo correcto al deshacerse de su división de ordenadores personales. El directivo defiende de la decisión porque "se entró en una guerra de precios con el consumidor final, no es nuestro campo, sino el de la innovación y la excelencia".
Llama la atención que IBM sea la segunda marca más valorada del mundo cuando apenas se conocen sus productos. Esta sensación responde a una estrategia: "nuestros clientes son las empresas, no los consumidores".
Dentro de esta puesta en escena para deslumbrar y ganar atención con inventos mediáticos que después tendrán aplicación en el mundo empresarial encajan dos máquinas. Deep Blue derrotó en 1997 a Gary Kasparov, entonces el mejor jugador de ajedrez del mundo. "Se trató de demostrar la capacidad de cálculo de una máquina. Era capaz de ver 10 jugadas diferentes por cada movimiento. Un humano puede hacerlo con cinco", declara con orgullo Zufiria.
Watson, en cambio, la estrella del momento, comprende datos complejos, lenguaje y es capaz de contestar con giros semánticos y segundas intenciones. Su salto a la fama ha sido en la versión del televisivo Pasapalabra de Estados Unidos, un concurso llamado Jeopardy!, en el que superó al mejor de los concursantes humanos. La máquina no está conectada a Internet pero cuenta con más de dos millones de archivos que consulta y procesa en cuestión de segundos. Por supuesto, la compañía no pretende comercializar esta aplicación tal cual sino adaptada para la comprensión humana en el ámbito de la atención al cliente. Será de especial utilidad para los cuidados médicos, por ejemplo.
En España, Telefónica fue la primera compañía con la que hicieron negocios, fue en 1926.
El primer terminal en un punto de venta (TPV) lo adquirió El Corte Inglés en 1977. Hoy tiene más de 25.000 que hicieron posible ver el historial crediticio de los clientes al momento y gestionar así sus compras a plazos en el momento de compra.
Los retos del futuro de IBM pasan por conquistar el mercado de pequeñas y medianas empresas y países emergentes, dónde se obtiene el 20% de sus ingresos. El paso de la creación de aparatos a los servicios se evidenció con la adquisición de la consultora en 2002 de PriceWaterhouseCoopers. En los últimos 10 años han comprado más de 100 compañías, pero ninguna española.
En 2010 IBM registró más patentes que Microsoft, HP, Oracle, y Google juntas. Además, desde este año, han llegado a un acuerdo con Samsung para compartir las de ambas empresas.
En opinón de Juan Antonio Zufiria el futuro pasa por los móviles: "Aunque no los hagamos directamente, sí desarrollamos parte de las claves que lo hacen funcionar. Para un gran sector de la sociedad son el punto de acceso a su vida digital, datos bancarios y correo".
(fuente: ElPais.com (Rosa Jiménez Cano))
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